Entre el 15 y el 20 de agosto comenzará la perforación de Palermo Aike por parte de YPF en sociedad con CGC (Compañía General de Combustibles), según anunció su presidente Pablo González.
“Es la primera vez que YPF perforará no convencional sin un socio extranjero. Es decir, será con una empresa argentina como CGC, en un una alianza que venimos construyendo hace un tiempo”, dijo el titular de la petrolera nacional en una jornada sobre energía organizada por el diario La Nación.
“Ahí vamos a tener recursos que geográficamente determinan que al día de mañana se pueda exportar hacia el Pacífico”, agregó.
El mes próximo las compañías perforarán un pozo de rama horizontal en cercanías a Cañadón Deus, un área dentro de la concesión de El Cerrito. Tendrá 3.500 metros de profundidad vertical y 1.000 metros de rama horizontal. El proceso tardará entre 45 y 60 días y se espera que los primeros resultados de productividad se conozcan entre noviembre y diciembre de este año.
Palermo Aike tiene mayor temperatura y presión que Vaca Muerta con lo cual algunas herramientas, por ejemplo, un motor de perforación de fondo tiene que ser especial y resistente a las temperaturas mayores a los que tiene la roca madre de la Cuenca Neuquina.
La curva de aprendizaje que logró YPF en Vaca Muerta fue una de las principales razones por las cuales CGC se decidió a sellar el acuerdo para explorar Palermo Aike. Mientras que la compañía dirigida por Hugo Eurnekian tiene un amplio conocimiento de la cuenca austral, donde tiene 26 concesiones.
YPF perforará el pozo «Fracción II – El Cerrito», que pertenece a la concesión no convencional de de CGC. En caso de obtener resultados positivos, ambas compañías avanzarán con el desarrollo de una parte del área, e invertirán en pozos adicionales e instalaciones asociadas.
Se estima que Palermo Aike, con una superficie de 12.600 kilómetros cuadrados, podría tener recursos por 10.000 millones de barriles equivalentes de petróleo, la segunda formación en importancia del país después de Vaca Muerta.
Santa Cruz cuenta con una infraestructura de ductos, plantas compresoras de gas, y de tratamiento de petróleo con capacidad ociosa. Además, la zona cuenta con el Gasoducto San Martín para la evacuación del gas, y la proximidad con el puerto de Punta Loyola, que permitiría exportar la producción de petróleo hacia mercados tanto del Atlántico como del Pacífico.